Creo que fue en agosto del 2008, cuando decidí crear un blog. En aquel momento, mi único interés consistía en averiguar cómo se “engendraba”, en qué páginas tenía que entrar, qué pasos debía dar y cuál sería el resultado. Una vez que sacié aquella curiosidad y que di aquellas primeras andadas en la ingeniería bloguera, lo abandoné por completo. Lo había bautizado con el nombre de “Cultura y paisaje” y había subido sólo un par de entradas. La falta de tiempo, quizá de ganas también para darle vida y dinamizarlo, por aquel entonces, contribuyó a que lo dejase absolutamente desamparado y a la intemperie internaútica durante ¡¡casi cuatro años!!
Mis ansias por escribir sobre rutas realizadas, sobre lugares que me fascinaron a lo largo de mis escasísimos viajes, mis deseos por plasmar mis reivindicaciones culturales y por aportar algunos de mis exiguos conocimientos los colmaba colaborando con una revista especializada en cultura y en viajes por el Noroeste peninsular pero que, por desgracia, terminó sufriendo, como tantas otras publicaciones, los reveses de la crisis actual. Desapareció del mercado. Así que para matar el gusanillo de la escritura y para contribuir con mi minúsculo granito de arena a la cultura decidí retomar aquel blog abandonado, en febrero del 2012. Todo un reto.
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